domingo, 18 de marzo de 2012

good bye 24


Presiento:

Que como siempre sentiré en los huesos la llegada de la primavera y del otoño, que ya no dejare que el frio, ni los gatos, perturben al árbol que no deja de crecer que no se cansa. Épocas de flor.

Jure muriendo de dolor no abandonar la guerra, no, seré de esos fantasmas que aparecen en los campos de batalla, yo siempre lo supe, desde que me vino la certeza de golpe me prepare flecha a flecha.

Presiento que el agua que habla, que el cuarzo que late, que las pestañas cuando están juntas, todo eso y mas me habla por algo, algo que si se que es pero no tiene cara.

Agradezco el despojo involuntario, las marcas del dolor, el perdón que viene después de una caricia en la nuca, las lunas cuando están cerca de la tierra, el descenso de los dioses al zacate, a lo rojo que late dentro de la piedra. Y el mar. Por siempre al mar.

Tengo que pedir por mí, comprarme muchos más palomitas de maíz , abrazar mis calamares gigantes, no dudar del sacapuntas, no titubear ante el papel.

Confió en mi guardián de cuando soy toda en la almohada, el me cuidara en aquellos mundos donde casi lo desconozco todo. Nada me pasara mientras yo crea. Y no dejare de creer.

Como aprendes de nueva cuenta a conocer los números del 1 al 100 , todo esto, estoy de vuelta, desde hace tiempo he vuelto a ser la misma. Basta del descanso, el carrusel es más divertido cuando esta encendido y gira.

Eternamente gracias.

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