martes, 29 de enero de 2013

centecima carta

                                                                         A mi nieto Luis Carlos


no quisiera abandonar  las aguas manzas
Tu hace mucho tiempo te fuiste
yo te sigo leyendo
esas palabras son origami todas
y mi corazón guitarra con una cuerda rota

Te fuiste a parar sobre una piedra
destendido
saludando al padre y al hijo
te me fuiste hace mucho tiempo
y yo te sigo besando la mejilla

me duele
ya vez
esta carta no es una mentira
aun te necesito
he conocido el mar, te cuento

pero aun te necesito

es por eso que mis cartas tardan tanto
se pierden en los barcos que las llevan
se esconden en mi ropa limpia
en el espacio que fue tu casa
y no me dan ganas de buscarlas

no creerías lo que ha cambiado el mundo
y el cielo
por eso no las busco
ya vez
yo te comprendo

he conocido el mar, te necesito
cresco con la marea
tardo tanto en escribir este posdata
yo estoy bien, sonrío 
estaremos en contacto, siempre. 

martes, 15 de enero de 2013

45678

Me pasa de pronto que me dan de esas noticias que parecen mini-detener el mundo, y me pregunto como es que mis amiguitas - esas niñas en patines - se han convertido de golpe en mujeres, veo entonces el tiempo, se hace tangible como mi lampara.

siempre me sorprendo, es lo normal, pero me sorprendo, siento como si me transladara desde los 13, si como si tuviera 13 y estuviera preocupada por tener una lapicera nueva, por que esas son aun mis preocupaciones. Y luego despierto al mundo de los adultos, sin poder tomar café o té sin azúcar (por que así parece ser el mundo de los adultos, una tasa amarga la mayoría del tiempo) después reflexiono y digo, si es lo mas normal, estamos a mitad de los 20, justo a la mitad.

yo me he quedado atrás, muy atrás, viendo a todos, las espaldas de todos, y me parece sorprendente el tiempo como mi lampara, y en esas ocasiones donde tengo entre mis brazos a los otros, a los que si son niños, esos niños de verdad, y veo a mis amigas, y comprendo que son madres y que el mundo cambio de golpe,  y que el pasado es ahora columpio viejo, y todo me asusta, pero luego comprendo, que es lo mas normal, que nunca es el mismo octubre, que todo siempre ha sido bueno, que las hadas nos hicieron adultos de verdad y es lo mas normal que sus tasas estén muy calientes y sin azúcar, me pongo feliz y el tiempo lampara es entonces un cometa de papel con la cuerda rota y se me va para siempre. volando libre.