jueves, 27 de mayo de 2010

doloringuistico.

Ignacio, he vuelto a sentir ese dolor como de lengua mordida que llega como aviso de inevitable nostalgia, vuelvo a tener la visión de la guitarra sobre tu espalda, del olor del amanecer sobre la hierba húmeda,

Era el verano mismo presionando con uno de sus dedos mi pecho que latía tranquilo, como en julios días antes del agosto.

Como tus gafas que se interponía entre las portadas de nuestros respectivos libros: nuestras caras, como las bancas que raras veces ocupamos. Ignacio siempre gustando del ir descalzo por el piso fresco, Ignacio planta verdes del patio y plantas planas de los pies.

Ignacio, me duele la lengua y los brazos y la casa y los video casetes y los dedos golpeados con el mismo martillo con el que construimos el buzón.

Ignacio, me duele la lengua y ese mismo buzo vacio.

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